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Visión y Misión
Misión:
La misión de nuestra Iglesia es predicar el evangelio de Jesucristo a todo aquel que cree, para que por medio de la conversión lleguen a ser discípulos fieles de Cristo. Sirviendo a nuestra comunidad mediante nuestros diferentes ministerios.
Visión:
Ser una Iglesia que glorifique a Dios con creyentes establecidos en la doctrina de la reforma a través de estudios bíblicos que entreguen conocimiento sobre la soberanía y el amor de Dios. Y que produzcan humildad, servicio fraternal, llevando la buena nueva del evangelio a otros, como lo instituyó nuestro Señor Jesucristo. Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo; predicad el evangelio á toda criatura.”
Declaración de Fe
«Así como creemos en un Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, así mismo firmemente creemos que desde el principio ha habido, hay y habrá hasta el fin del mundo una sola Iglesia, es decir una compañía y multitud de hombres escogidos por Dios, quienes le abrazan y le adoran por medio de fe verdadera en Cristo Jesús, quien es la Cabeza de la Iglesia, siendo el Cuerpo y la Esposa de Cristo Jesús.» Confesión de Escocia, Cap. XVI.
Entre otras verdades doctrinales de la Biblia, nuestra Iglesia cree y sostiene lo siguiente:
a. La inspiración Divina y Plenaria de las Sagradas Escrituras en los idiomas originales: su consecuente inerrabilidad o infabilidad y como Palabra de Dios, su autoridad única y final en la Fe y en la práctica de norma de vida.
b. En el Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
c. La deidad eterna, esencial y absoluta, así como la real propia e inmaculada humanidad de nuestro Señor Jesucristo.
d. Su nacimiento de la Virgen María.
e. Su muerte expiatoria y substitucional, puesto que dio su vida en rescate por muchos.
f. Su resurrección de entre los muertos con el mismo cuerpo en que fue crucificado; en la segunda venida de este mismo Jesús en poder y gloria.
g. En la Salvación como resultado de la regeneración por el Espíritu Santo y la Palabra de Dios, no por obras, sino por gracia, por medio de la Fe.
h. La eterna felicidad de los salvados y el eterno sufrimiento de los perdidos.
i. La unidad verdadera en Cristo, de todos los redimidos por su sangre preciosa derramada en la cruz del calvario.
j. En la necesidad de mantenerse en la pureza de la Iglesia apostólica, tanto en la Fe, como en la norma de vida y práctica religiosa.
k. Aceptamos también el Credo Apostólico como una afirmación de la Fe verdadera.
l. Aceptamos la declaración de Fe y los Catecismos Mayor y Menor de la Asamblea de Westminster.